dijous, 23 d’octubre del 2025

APUNTES SOBRE LA HUMANIDAD Y SUS COSAS *** AMOR, SEXO Y TERNURA ***Del sabotaje como una de las más bellas artes

 Desde Bukowski, Carver, etc...  Pensamientos borrachos, enloquecidos, atrapados en una sociedad cuyos valores les asquean.

Esto  es un simple gesto de brindarle una copa al demonio y rascarse las tripas revueltas; y a la mierda con el mundo de mentirosos y amantes, de patriotas y comerciantes, de padres de familia y padres del conocimiento, de la esperanza, la visión, la seguridad, la luz de neón y, bueno, todo eso. 

*

*    *

sobre las ciudades; esas metrópolis monstruosas... No volví, No volveré, ...

Las ciudades están hechas para matar a la gente. 

El mundo nos convierte a todos en locos. 

Encerrar a los locos... pero, ¿quién está loco?... Encerrar a los locos cuando cincuenta y nueve de cada sesenta hombres que encuentras en la calle están chiflados, con neurosis industriales y esposas y peleas y no tienen tiempo para pararse un rato y pensar donde están y porqué y cuando el dinero que les ha mantenido en marcha y ciegos tantísimo tiempo, cuando eso ya no sirva entonces ¿Qué vamos a hacer?

*

*    *

Los ComeCocos... Todo menos la Verdad



* Sobre bukowski, las masas, la multitud y la humanidad...

https://ciudadseva.com/autor/charles-bukowski/poemas/

Nota sobre la construcción de las masas

[Poema - Texto completo.]

Charles Bukowski 

Alguna gente es joven y nada más
alguna gente es vieja y nada más.
Y alguna gente está en el medio
sólo en el medio.
Y si las moscas usaran ropa
y todos los edificios ardieran en
fuego dorado,
si el cielo se sacudiera como
en la danza del vientre
y todas las bombas atómicas empezaran a
gritar,
alguna gente sería joven y nada más
y alguna gente sería vieja y nada más
y el resto sería lo mismo,
el resto sería lo mismo.
Los pocos diferentes
son eliminados bastante rápido
por la policía, por sus madres, sus
hermanos, y otros
por sí mismos.
Lo que queda es lo que
ves
es duro.






Reflexiones sobre un párrafo de Bukowski

 https://centros.edu.xunta.es/iesgamallofierros/webantiga/web_filo/bukowski.htmSantiago Sanjurjo Díaz 1º Bac

Texto base

"Cogí mi botella y me fui al dormitorio. Me quité los calzones y me eché en la cama. Nada estaba en armonía. La gente sólo abrazaba a ciegas lo que se le pusiese delante: comunismo, comida natural, zen, surfing, ballet, hipnotismo, terapia de grupo, orgías, paseos en bicicleta, hierbas, catolicismo, adelgazamiento, viajes, psicodelia, vegetarianismo, la India, pintar, escribir, esculpir, componer, conducir, yoga, copular, apostar, beber, andar por ahí, yogurt helado, Beethoven, Bach, Buda, Cristo, jugo de zanahoria, suicidio, trajes hechos a mano, viajes en jet, Nueva York, y de repente todo ello se evaporaba y se perdía. La gente tenía que encontrar cosas que hacer mientras esperaba la muerte. Supongo que está bien poder elegir."

Reflexiones

El anterior párrafo perteneciente a la novela Mujeres del escritor norteamericano Charles Bukowski ilustra perfectamente algunos de los aspectos más importantes de la sociedad occidental e invoca a uno de sus principales fantasmas, común no solo con otras culturas sino a toda la humanidad: la muerte.

Bukowski, que fue, antes de escritor (maldito, por cierto), un gran observador, se ha dado cuenta de que todo lo que mueve al ser humano está motivado por la inevitable presencia de la muerte. Tradicionalmente se afirma que el hombre es el único ser vivo consciente de su desaparición y esto condiciona su existencia. Este hecho mueve a reflexionar y a filosofar sobre prácticamente todo. "¡Qué cosa tan rara y terrible, tan peligrosa, tan incomprensible, pero sobre todo qué cosa tan irremediablemente personal", dice Fernando Savater, acertando al caracterizar a la muerte como algo relativo a la conciencia. Ser consciente de la desaparición de uno mismo es un pensamiento difícil de asimilar y, cuando ya se tiene comprendido, produce una sensación de angustia y, sobre todo, de duda. El ser humano busca siempre respuestas a todas sus preguntas y la muerte no es un problema que ofrezca muchas soluciones. Entonces aquí aparece una cuestión importante: frente a esta necesidad imperiosa de aferrarse a algo que sirva de sujección ante la muerte, ¿cómo respondemos?

Ya desde la prehistoria esta cuestión busca respuesta y la encuentra en la creación de los mitos (o religiones, que además del mito, incorporan un variado cuerpo de acción ante todo tipo de circunstancias vitales, sociales, …). Son una solución ideal puesto que tapan el hueco dejado por la angustia y otorgan a los núcleos de poder (véanse los protosacerdotes o jefes en películas como En busca del fuego) un medio de control sobre el resto de la tribu o sociedad, ya que el miedo es uno de los principales instintos del ser humano (ya sea representado por el racismo, la violencia, la guerra… que lo tienen como base innegable), por ser un pilar imprescindible del instinto de supervivencia, y el que controle el miedo de la gente, la controla.

Este puede ser el esquema básico de la aparición de las creencias religiosas en el ser humano. Durante todo nuestro devenir histórico, este modelo ha sufrido variaciones superficiales, manteniéndose intacta la substancia. Pero todo cambia y llega un momento en el que, por unas razones u otras (tal vez de evolución o simplemente de cambio de contexto histórico o cultural, o simplemente por los avances científicos, que ponían en tela de juicio gran parte de la base mítica de las creencias), las religiones han comenzado a perder su fuerza. En el siglo XIX, Friedrich Nietzsche enunció su famosa sentencia "Dios ha muerto" que ilustra el cambio del que venimos hablando. Este filósofo alemán entendió el desmantelamiento de la religión (en concreto el cristianismo) como un paso importante en su disección a martillazos de la cultura occidental (realizada en otros campos por Freud y Marx e incluso Darwin).

Llegado este punto volvemos al comienzo, a la prehistoria. La presencia de la muerte como motivo de angustia en el ser humano se encuentra de nuevo sin solución, ¿a qué recurrimos? Pues bien, aquí la respuesta nos la da a la perfección el señor Bukowski: "La gente sólo abrazaba a ciegas lo que se le pusiese delante". ¿Y qué es lo que se pone delante? Pues toda esa retahíla de variopintos elementos tan propios de la cultura occidental, aunque algunos tengan origen foráneo, puesto que gracias a la globalización el zen, el budismo y demás tendencias ajenas a occidente ya forman parte de él (sería un error pensar que algo que viene de fuera no llegará jamás a fusionarse con lo nuestro, por muy lejanas que estén sus raíces).

En la enumeración que aparece en el susodicho fragmento, podemos hacer una clasificación más o menos exacta y homogénea en unos grupos como son: religiones (que Nietzsche haya desmontado la religión no quiere decir que ésta haya desaparecido del acervo cultural. Nada más gráfico que echarle un vistazo a las estadísticas que indican que en España, un 90% de la población se considera cristiano), aficiones (los tradicionales "hobbies"), mitos (al igual que las religiones, los referentes universales no se han perdido, al contrario: estamos viviendo un resurgir de las figuras míticas, creadas en laboratorio y catapultadas por los medios de comunicación de masas, directamente al corazón –o cerebro– del "necesitado"), drogas (los mitos siempre tuvieron un ritual, ávido de brebajes y celebraciones pantomímicas, del que hoy buscan sustituto en las actuales adicciones y vicios, y todo su mundo afin), arte (una mente entretenida, consagrada a la sublimación –el gran compositor Shostakovich– y a la catarsis –Fernando Arrabal y su teatro Pánico– siempre obtuvo tranquilidad e incluso redención, que si no se consigue, no pasa nada: siempre tendremos una dosis de inmortalidad), aplacamiento de frustraciones (el ser humano casi puede ser considerado por naturaleza como disconforme con su situación -instinto de envidia, soberbia- y trata de sanarse de sus frustraciones).

Bien, he aquí los parches a la herida de la muerte que el mundo actual nos ofrece. No hace falta ser muy avispado para darse cuenta de que la figura del poder (recordemos que los sacerdotes prehistóricos, las pitonisas de Delfos, los adivinos y druidas celtas, los curas medievales y actuales, … sólo son la versión religiosa o mística del poder), al igual que utilizó la religión tradicional para controlar a las masas, ahora también se sirve de toda esta suerte de abstracciones para manejar el rebaño. La comercialización que implican estas evasiones (o que les es implicada) es una base fundamental del capitalismo (el negocio del miedo también reportó siempre cuantiosos beneficios), medio económico en el que bucea el actual poder.

Creo conveniente relacionar todo esto con el viejo mito de la caverna de Platón o, si se prefiere, su versión moderna, más plástica, más real y más plausible que se puede ver en el filme Matrix. Bukowski dice: "La gente sólo abrazaba a ciegas lo que se le pusiese delante: […]. La gente tenía que encontrar cosas que hacer mientras esperaba la muerte. Supongo que está bien poder elegir." ¿Qué son todas estas cosas, que hemos visto, clasificado y analizado anteriormente, sino las sombras que se reflejan en la pared de la caverna platónica?

Prosigamos y completemos la analogía. La humanidad vive atada por las piernas y el cuello (alienación, en su concepción marxista) en el interior de la caverna (contexto histórico, político y socioeconómico actual), viendo sombras (métodos de evasión de la muerte y de los demás miedos o, para cubrirlo todo, la totalidad de satisfacciones a las necesidades innatas o artificiales al género humano), proyectadas por el fuego (medios de comunicación o todos aquellos instrumentos de la globalización que contribuyen a la creación de un pensamiento único o una forma de vivir única). Platón no nos lo dice (o quizás, como todo hijo de su tiempo, no quiso, no pudo o simplemente no sabía decirnos), pero el fuego no está así colocado de manera arbitraria: alguien lo ha puesto de manera intencionada para usarlo con fines propios. ¿Quién o quiénes? Una vez más encaja el rompecabezas: el poder. Es interesante señalar que el poder, que no está ejercido por fantasmas o seres sobrenaturales, sino por personas de carne y hueso, también atiende al meollo de la cuestión, el miedo a la muerte, puesto que el poder –y sus prolongaciones en la propiedad privada, acaparamiento, dominio…– es una solución como las demás a la angustia que de aquella deriva.

Sigamos con el paralelismo: tanto en La república de Platón como en Matrix, alguien es liberado y deja de ver los reflejos (uno de los encandenados en el primer caso, y Neo y Morfeo en el segundo), saliendo al exterior de la caverna o del mundo digital para contemplar la esencia de la realidad, más allá de simple sombras. En el relato de Bukowski "de repente todo ello se evaporaba y se perdía". Ahora bien, en el mundo real, ¿qué es lo que sucede? Alejándonos de todo el misticismo que parezca comportar a priori, podemos afirmar que aquellos que van más allá de las sombras ven la verdad. ¿Y qué es la verdad? Yo lo entiendo como la comprensión y asimilación de nuestros miedos, nuestras preocupaciones y saber cómo enfrentarnos a ellas, aunque sea recurriendo a los métodos tradicionales pero siendo siempre conscientes de cómo los utilizamos, en qué medida nos ayudan y nos perjudican, o incluso buscar nuevos medios. Hay que valorar también el hecho de que la reflexión (filosófica), la salida de la caverna y del mundo artificial creado por computador son en sí mismos la mejor cura (recuérdese el significativo título del libro de Lou Marinoff Más Platón y menos Prozac).

Como colofón, reproducimos el interesante aforismo de Nietzsche: "Los que comprenden algo en todas sus profundidade, rara vez le permanecen fieles por siempre, pues han traído esas profundidades a la claridad del día: y lo que hay en las profundidades no suele ser agradable de ver".

Bibliografía

Este trabajo es fruto de una serie de reflexiones elaboradas principalmente a partir de un párrafo extraído de la novela Mujeres de Charles Bukowski. Pero además ha sido relacionado con otros textos de variados autores por ser considerados afines o interesantes a la hora de crear analogías, síntesis o comparaciones.

BUKOWSKI,Charles: Mujeres. Barcelona, Anagrama, 1994.

HOUELLEBECQ, Michel: Plataforma. Barcelona, Anagrama, 2002.

SAVATER, Fernando: Las preguntas de la vida. Barcelona, Ariel, 2000.

STRATHERN, Paul: Nietzsche en 90 minutos. Madrid, Siglo Veintiuno de España Editores, 1999.

VOLVER


Charles Bukowski y su razonamiento en torno al trabajo y las consecuencias sobre el ser humano


“La esclavitud nunca fue abolida, sólo se amplió para incluir todos los colores”

El trabajo forma parte indisoluble del hombre[1] desde sus primeros tiempos. A lo largo de la historia su significación ha ido cambiando según la época. En la actualidad la palabra esclavitud aparentemente parece ser un estigma erradicado. Los hechos manifiestos en la vida diaria demuestran lo contrario. Según Carlos Marx[2] – El trabajo es, en primer término, un proceso entre la naturaleza y el hombre, proceso en que éste realiza, regula y controla mediante su propia acción su intercambio de materias con la naturaleza… – esta afirmación hoy en día podría decirse de otra manera sin que perdiera sentido: el trabajo se ha vuelto un proceso del hombre en contra de la naturaleza y del propio hombre.

Henry Charles Bukowski (Heinrich Karl Bukowski; August 16, 1920 – March 9, 1994) de origen alemán y del mismo nombre que Marx, sintió como muchos los rigores del trabajo y las consecuencias de vivir en una sociedad capitalista. Por 15 años de labor se extendió su estancia como cartero en el servicio de correos de los Estados Unidos.

Una de las metas que no todos los seres humanos logramos cumplir y sobre la cual en la mayor parte de las ocasiones se anda en carrera infinita y sin pistas, constituye el tema de la autorrealización personal. La experiencia de la vida diaria y común ha demostrado que no todos los caminos para ser un hombre autorrealizado se arman del trabajo como el método más efectivo para lograrlo. Esto lo dilucidó de manera profética John Martin, publicista de Black Sparrow Press, cuando en 1969 le hiciera una proposición irrechazable a Bukowski: le pagaría 100 dólares mensuales con tal que renunciara a su trabajo y se dedicara solo a escribir.

Los años llenos de excesos, desilusiones, sueños rotos, mujeres, incertidumbres y alcohol, resultaron el complemento idóneo para que Charles Bukowski se consolidara después de siete décadas como uno de los primerísimos exponentes de la literatura norteamericana. Fue aproximadamente a mediados de los 80 cuando el ya respetado autor escribió una clarividente carta sobre el trabajo y las consecuencias que producía en el ser humano.

Desde el mismo inicio comienza la crítica rigurosa y sabia al respecto. No pudo encontrar una forma más genuina y exacta para describir el lugar donde pasamos la mayor parte del tiempo. Escribe Bukowski:

“A veces no duele tanto recordar de dónde venimos. Y tú conoces los lugares de donde yo vengo… Lo llaman “De 9 a 5”. Sólo que nunca es de 9 a 5. En esos lugares no hay hora de comida y, de hecho, si quieres conservar tu trabajo, no sales a comer. Y está el tiempo extra, pero el tiempo extra nunca se registra correctamente en los libros, y si te quejas de eso hay otro zoquete dispuesto a tomar tu lugar”

De igual manera Bukowski hace referencia a un grupo de características negativas que son distintivas en todos los seres humanos, ya sea en mayor o menor medida. Qué significa pérdida de humanidad, sino egoísmo, avaricia, irrespeto, miseria humana, supervivencia:

“Lo que duele es la pérdida constante de humanidad en aquellos que pelean para mantener trabajos que no quieren pero temen una alternativa peor. Pasa, simplemente, que las personas se vacían. Son cuerpos con mentes temerosas y obedientes. El color abandona sus ojos. La voz se afea. Y el cuerpo. El cabello. Las uñas. Los zapatos. Todo”

Una de los aspectos con más relevancia dentro de la misiva y que viene a ser punto de convergencia a lo largo de toda la vida y obra de Bukowski, resulta su cuestionamiento repetido acerca del por qué las personas mantenían este comportamiento respecto al trabajo a lo largo de sus vidas:

“Cuando era joven no podía creer que la gente diera su vida a cambio de esas condiciones. Ahora que soy viejo sigo sin creerlo. ¿Por qué lo hacen? ¿Por sexo? ¿Por una televisión? ¿Por un automóvil a pagos fijos? ¿Por los niños? ¿Niños que harán justo las mismas cosas? ”

La experiencia y las elucubraciones que se sucedían constantes bajo los efectos del alcohol le demostraron al viejo escritor la ingenuidad de sus años mozos cuando vagaba de trabajo en trabajo tratando de hacer el mejor de los papeles. Su inocencia venía acompañada con ojos vendados. La inmadurez laboral lo convocaba a alertar de peligros fortuitos a compañeros de trabajo que andaban cinco pasos delante de él en cuanto a la real concepción del trabajo y de lo miserable q este había convertido sus vidas.

“Desde siempre, cuando era bastante joven e iba de trabajo en trabajo, era suficientemente ingenuo para a veces decirle a mis compañeros: “¡Eh! El jefe podría venir en cualquier momento y echarnos, así como así, ¿no se dan cuenta?”. Ellos lo único que hacían era mirarme. Les estaba ofreciendo algo que ellos no querían hacer entrar a su mente”

La agudeza con que siguió el tema del trabajo le demostró el carácter injusto, cruel y bárbaro del mismo. Había sido cómplice activo y silencioso al mismo tiempo de cómo la maquinaria laboral deshacía vidas enteras dedicadas a una causa:

Los despidos son por cientos de miles y sus rostros son de sorpresa: “Estuve aquí 35 años…” “No es justo…” “No sé qué hacer…”

Tal y como nos recordara Lenin en el artículo: En memoria del Conde Gueiden[3]:

“El esclavo que tiene conciencia de su condición y lucha contra ella, es un revolucionario. El esclavo que no tiene conciencia de su condición y vegeta su vida silenciosa, inconsciente y apagada, ese es simplemente un esclavo. El esclavo al que se le cae la baba cuando describe satisfecho las excelencias de la esclavitud y se entusiasma ante la bondad y el buen talante de su señor, es un siervo”.

Bukowski en su carta nos aclara sobre las implicaciones mentales que conlleva ser un esclavo. La ceguera moral y no visual que nos impone el sistema de relaciones sociales y la incapacidad e ineptitud que aprendemos a la perfección gracias a la condición de siervo adoptada por conveniencia. ¿Por qué no revolucionar el orden?

“A los esclavos nunca se les paga tanto como para que se liberen, sino apenas lo necesario para que sobrevivan y regresen a trabajar. Yo podía verlo. ¿Por qué ellos no? Me di cuenta de que la banca del parque era igual de buena, que ser cantinero era igual de bueno. ¿Por qué no estar primero aquí antes de que me pusiera allá? ¿Por qué esperar? ”

La realidad subjetiva nos pone en condiciones de elegir, al decir de Lenin, entre ser un esclavo, un siervo o un revolucionario. Por el contrario la realidad objetiva nos elimina la opción de elegir para imponernos la condición que más necesite en un momento determinado. Aceptar las circunstancias, sumarse irreflexivamente, privado de pilares morales firmes elimina poco a poco al hombre de su humanidad para convertirlo en un objeto del sistema de producción. Bukowski desde su posición fue un luchador expreso contra la hegemonía del trabajo:

“Escribí con asco en contra de todo ello. Fue un alivio sacar de mi sistema toda esa mierda. Y ahora estoy aquí: un escritor profesional. Pasados los primeros 50 años, he descubierto que hay otros ascos más allá del sistema”

La diatriba al trabajo realizada por Bukowski a quien lo alejara de la oficina de correos para siempre concluye con un simple testimonio de gratitud:

“Así que la suerte de, finalmente, haber salido de esos lugares, sin importar cuánto tiempo tomó, me ha dado una especie de felicidad, la felicidad alegre del milagro. Escribo ahora con una mente vieja y con un cuerpo viejo, mucho tiempo después del que la mayoría creería en continuar con esto, pero dado que empecé tan tarde, me debo a mí mismo ser persistente, y cuando las palabras comiencen a fallar y tenga que recibir ayuda para subir las escaleras y no pueda distinguir un azulejo de una grapa, todavía sentiré que algo dentro de mí recordará (sin importar qué tan lejos me haya ido) cómo llegué en medio del asesinato y la confusión y la pena, hacia, al menos, una muerte generosa”

[1] A partir de ahora cada vez que se mencione Hombre, se hará en el sentido genérico del término.

[2] Definición que aparece en El Capital.

[3] En memoria del Conde Gueiden. Obras completas, t. 16, p. 43

dissabte, 16 de novembre del 2024

Me caigo y me levanto
Nadie puede dudar de que las cosas recaen. Un señor se enferma, y de golpe un miércoles recae. Un lápiz en la mesa recae seguido. Las mujeres, cómo recaen. Teóricamente a nada o a nadie se le ocurría recaer pero lo mismo está sujeto, sobre todo porque recae sin conciencia, recae como si nunca antes. Un jazmín, para dar un ejemplo perfumado. A esa blancura, ¿de dónde le viene su penosa amistad con el amarillo? El mero permanecer ya es recaída: el jazmín, entonces. Y no hablamos de las palabras, esas recayentes deplorables, ni de los buñuelos fríos, que son la recaída clavada.
Contra lo que pasa se impone pacientemente la rehabilitación. En lo mas recaído hay siempre algo que pugna por rehabilitarse, en el hongo pisoteado, en el reloj sin cuerda, en los poemas de Pérez, en Pérez. Todo recayente tiene ya en si un rehabilitante pero el problema, para nosotros los que pensamos nuestra vida, es confuso y casi infinito. Un caracol segrega y una nube aspira; seguramente recaerán, pero una compensación ajena a ellos los rehabilita, los hace treparse poco a poco a lo mejor de sí mismos antes de la recaída inevitable. Pero nosotros, tía, ¿cómo haremos, cómo nos daremos cuenta de que hemos recaído si por la mañana estamos tan bien, tan café con leche, y no podemos medir hasta dónde hemos recaído en el sueño o en la ducha? Y si sospechamos lo recayente de nuestro estado, ¿cómo nos rehabilitaremos? Hay quienes recaen al llegar a la cima de una montaña, al terminar su obra maestra, al afeitarse sin un solo tajito; no toda recaída va de arriba a abajo, porque arriba y abajo no quieren decir gran cosa cuando ya no se sabe dónde se está. Probablemente Ícaro creía tocar el cielo cuando se hundió en el mar epónico, y Dios te libre de una zambullida tan mal preparada. Tía, como nos rehabilitaremos?
Hay quien ha sostenido que la rehabilitación sólo es posible alterándose, pero olvidó que toda recaída es una desalteración, una vuelta al barro de la culpa. En efecto somos lo más que somos porque nos alteramos, salimos del barro en busca de la felicidad y la conciencia y los pies limpios. Un recayente es entonces un desalterante, de donde se sigue que nadie se rehabilita sin alterarse. Pretender la rehabilitación alterándose es una triste redundancia: nuestra condición es la recaída y la desalteración, y a mi me parece que un recayente debería rehabilitarse de otra manera, que por lo demás ignoro. No solamente ignoro eso sino que jamás he sabido en qué momento mi tía o yo recaemos. ¿Cómo rehabilitarnos, entonces, si a lo mejor no hemos recaído todavía y la rehabilitación nos encuentra ya rehabilitados? Tía, ¿no será ésa la respuesta, ahora que lo pienso? Hagamos una cosa: usted se rehabilita y yo la observo.Varios días seguidos, digamos una rehabilitación continua, usted está todo el tiempo rehabilitándose y yo la observo. O al revés, si prefiere, pero a mi me gustaría que empezara usted, porque soy modesto y buen observador. De esa manera, si yo recaigo en los intervalos de mi rehabilitación, mientras que usted no le da tiempo a la recaída y se rehabilita como en un cine continuado, al cabo de poco nuestra diferencia será enorme, usted estará tan por encima que dará gusto. Entonces, yo sabré que el sistema ha funcionado y empezaré a rehabilitarme furiosamente, pondré el despertador a las tres de la mañana, suspenderé mi vida conyugal y las demás recaídas que conozco para que sólo queden las que no conozco, y a lo mejor poco a poco un día estaremos otra vez juntos, tía, y será tan hermoso decir: «Ahora nos vamos al centro y nos compramos un helado, el mío todo de frutilla y el de usted con chocolate y un bizcochito.



Un tipo genial...Julio Cortázar

dimarts, 15 d’octubre del 2024

 "I vull jugar a les amagades i donar-te la meva roba i dir-te que m'agraden les teves sabates i asseure'm en el graó mentre et banyes i fer-te massatges en el coll i besar-te els peus i tendir-te la mà i sortir a menjar i que no m'importi que et mengis el meu menjar i trobar-te en Rudy's i parlar del dia i escriure't les cartes i portar-te les caixes i riure'm de la teva paranoia i donar-te cassets que no escoltes i veure pel·lícules boníssimes i veure pel·lícules pèssimes i queixar-me de la ràdio i treure't fotos quan estàs dormint i aixecar-me abans per a anar a comprar el teu cafè amb medialunas i galletetes de llard i després anar al *Florent i prendre cafè a la mitjanit i deixar que em robis cigarrets i no poder trobar mai un fòsfor i explicar-te del programa que vaig veure la nit anterior en la tele i portar-te a l'hospital d'ulls i no riure'm dels teus acudits i desitjar-te en el matí, però deixar-te dormir una estona més i besar-te l'esquena i acariciar-te la pell i dir-te quan amo el teu pèl els teus ulls els teus llavis el teu coll els teus sins el teu cul el teu i asseure'm en el graó a fumar fins que el teu veí arriba a casa i asseure'm en el graó a fumar fins que arribes a casa i preocupar-me quan arribes tard i sorprendre'm quan arribes primerenc i regalar-te gira-sols i anar a la teva festa i ballar fins a estar negre i sentir-me culpable quan no tinc raó i content quan em perdones i mirar les teves fotos i desitjar haver-te conegut des de sempre i escoltar la teva veu a cau d'orella i sentir la teva pell en la meva pell i espantar-me quan t'enutges i se't posa l'ull acolorit i l'altre blau i el teu pèl a l'esquerra i la teva cara oriental i dir-te que ets meravellosa i abraçar-te quan estàs angoixada i ser la teva sustentació quan et fa mal i desitjar-te només de fer-te olor i ofendre't en tocar-te i ploriquejar quan estic al teu costat i ploriquejar quan no estic i bavejar-me en el teu pit i sufocar-te de nit i morir-me de fred quan t'emportes la flassada i de calor quan no te l'emportes i fondre'm quan somrieu i dissoldre'm quan rieu i no entendre per què penses que t'estic rebutjant quan no t'estic rebutjant i preguntar-me com és possible que pensis que alguna vegada podria rebutjar-te i preguntar-me qui seràs, però acceptar-te de totes maneres i explicar-te del nen del bosc encantat de l'àngel dels arbres que va volar a través de l'oceà perquè t'estimava i escriure't poesies i preguntar-me perquè no em creïs i tenir sentiment tan profund que no trobi paraules per a dir-ho i voler comprar-te un gatet del qual posar-me gelós perquè es guanyarà més atenció que jo i demorar-te en el llit quan te n'has d'anar i plorar com un noi quan al final te'n vas i matar-te les paneroles i comprar-te regals que no vols i portar-me'ls de tornada i demanar-te que et casis amb mi i que em diguis que no de nou, però continuar demanant-te perquè encara que creguis que no ho dic de debò ho dic de debò sempre des de la primera vegada que t'ho vaig demanar i vagar per la ciutat pensant que està buida sense tu i voler el que tu vols i pensar que m'estic perdent, però saber que estic fora de perill amb vós i dir-te el pitjor de mi i tractar de donar-te el millor de mi perquè no et mereixes ni una miqueta menys i respondre les teves preguntes quan preferiria no fer-ho i dir-te la veritat quan la veritat és que no vull i tractar de ser-te honest perquè sé que ho preferiu i pensar que es va acabar tot, però igual quedar-me deu minuts més abans que em tiris per sempre de la teva vida i oblidar qui soc i tractar d'estar més prop de vós perquè és bell aprendre a conèixer-te i val bé l'esforç i parlar-te en alemany mal i en hebreu pitjor i fer l'amor amb vós a les tres del matí i d'algun mode d'algun mode d'algun mode comunicar alguna cosa de l'aclaparador immortal irrefrenable incondicional *omniabarcador *enriquecealma *obreconsciencia constant inesgotable amor que tinc per tu. "

dijous, 5 de setembre del 2024

 Aquesta matinada em va despertar un somni horrible, tal vegada tenir la gosadia de parlar tant de sobre el meu recent menyspreu a la mort tingui repercussions en el meu inconscient i aquest resisteixi a abandonar la seva fascinació per ella. Els meus malsons solen tenir trames similars, però la que més m'angoixa és la del tipus que vaig tenir anit. Estava dormint -en el meu somni- i hi havia algú turmentant-me. (…) Espero no haver cridat en realitat, perquè amb això vaig despertar. Perdoni els detalls que porto, més espero mai hagi viscut una cosa així i sigui difícil per a vostè d'imaginar-ho, per això l'esforç en el relat. Porto això perquè a diferència de moltes vegades, vaig veure la meva pulsió invertida. El que vull dir és que em vaig alegrar de despertar. Em vaig alegrar d'estar en aquest món i no en aquest. I crec que alguna cosa d'aquesta alegria té a veure amb vostè; amb la seva recent aparició, amb el lloc que m'ha permès ocupar. Crec que les seves pedres precioses, també han fet del meu món una mica més bell, un lloc en el qual vull despertar.


«Sempre vaig estar enamorada de gent que no existeix i aquí estàs vós, avui…»


Que rar enamorar-se d'un text, no? Encara que jo en realitat, em pregunto l'oposat: que rar no enamorar-se d'un. I espero amb això no m'entengui pretensiosa. Crec que les persones físiques també són text, encara que a vegades no arribin a percebre-ho. Tal vegada llavors, està enamorada de vostè. Però prefereixo deixar-ho com a suposat, per si de cas això li espanta. Escrivia Peri Rossi: la literatura em va matar, però te li semblaves tant. Avui estic una mica més optimista. La semblança seva amb la literatura no fa falta ni esmentar-lo, més ara en comptes de matar-me crec que em va salvar. Entén ara la semblança que vaig trobar? el perquè dels trets que vull portar-me?


Pg. I: Voldria demanar disculpes per la intensitat d'aquesta carta. També per haver compartit part de les seves paraules i fer-les públiques, no vaig poder només deixar-les dins, m'excedeixen, necessiten més espai. Espero que això no el molesti, i si ho fa, no dubti a fer-m'ho saber que puc eliminar-ho. En un sentit pràctic, no és com si anés a fer això amb les seves paraules. Crec s'entén, crec estic perdent el fil. Em va posar una mica nerviosa això.


Pg. II: Una estona després de despertar, per alguna raó vaig pensar en quina imatge té per a mi la felicitat si tingués que *graficarla. No vaig poder pensar en una altra cosa a més de naturalesa i molts records van tornar a mi, em pregunto on havien estat. Però vull saber en què pensa vostè quan la imagina a ella. En la pròxima carta, prometo explicar-li alguna cosa sobre aquests records. No volia fer d'aquest escrit una cosa molt extensa, perquè bastant carregat ja es troba.


Pg. III: D'aquest costat del text el paral·lelisme *psicocósmico és protagonista. Hi ha un dia preciós. Tinc molt a llegir, però no vull estar a casa, portava setmanes plovent i ara necessito gaudir del sol. Aniré a llegir prop del riu. Tal vegada a la nit va a un col·loqui de psicoanàlisi, però només tal vegada. No vull excedir-me en el fer coses.


Sincera i ara seva, Lluna.


Remeto: Diumenge 05 de novembre, 2023:


Va nomenar que sent la meva presència gairebé com la d'un fantasma. Tal vegada això de la invisibilitat és massa, ens porti a tots costats no tenir un sol lloc on veure'ns. I que poc eròtic se'm fa trobar en això semblança amb el ritual del duel, quan semblessin coses completament oposades. Penso en quan no hi ha un lloc per a parlar amb algú que mor. Se'm fan bufons per aquesta mateixa raó els cementiris: és una forma clara de materialitzar el que va deixar d'estar. Tancar-ho en un punt geogràfic específic, en un epitafi. Permetre-li eventualment aconseguir altres llocs. Però que diferent permetre-li-ho que simplement deixar que el fantasma faci el que vulgui amb on i quan aparèixer. D'això últim tracten més les pel·lícules de terror, tindran aquestes relació amb l'omnipresència de l'enamorat? Ara ve a la meva ment A *Ghost *Story; per descomptat, tot el que penso ja ho va escriure algú abans. Quin fastigueig. Em molesta, com si tan sols unes correspondències enrere no m'hagués sufocat la falta d'algú que hagi abans posat paraules al que em succeeix. En fi. Confesso que d'aquesta pel·lícula només conec el tràiler; em vaig veure tant en ella que mai vaig poder començar a veure-la. Tal vegada algun dia el fem junts. O tal vegada no. Tal vegada és necessari tancar-nos en text abans d'arribar a desbordar-nos. Li vaig prometre cuidar la seva fragilitat i això també implica la suficient prudència de no tocar el que sagna.


Sobre això últim, crec jo ara que subestimem el tocar-nos, el tenir algú transcendent a qui explicar-li coses. Honestament, sento en vostè més comprensió que en qualsevol a qui abans hagi ofert, o més aviat suplicat, sostenir-me. Sento com crec vaig esmentar des de la primera correspondència, com si realment em veiés. Aquí no hi ha sol text. Aquí hi ha paraules gairebé òrfenes de significat que recentment arriben a ser llegides, per vostè, però també per mi. Quan dic que agraeixo la seva existència, també agraeixo això. Agraeixo que hagi tingut paraules per a rebre'm i no sols silenci. No em malinterpreti, és important escoltar, però també ho és saber-se esmorteït. I fins ara, vaig trobar en altres costats sol estranyesa. La mateixa que jo tenia amb les meves paraules llavors. Ara trobo refugi.


Tal vegada aquest recent impuls d'escriptura és el més a prop que hem estat. Les paraules s'absenten, l'angoixa apareix. L'escriptura suposa, paradoxalment, una certa llunyania. Crec ja conèixer-ho una mica com per a saber que podrà tolerar aquesta ambivalència. Al que refereixo aquesta vegada és que escriure permet digerir, ordenar, trobar paraules. Estar sent demanda una altra espontaneïtat, demanda actuar permanentment. I potser, més enllà del circumstancial, a això es deuen els temps estipulats entre les correspondència als quals també desafiem. Al final crec que som tots dos bastant superbs en això de creure que podem simplement fer les coses com volem. Es juga molt en aquest intercanvi. Estem donant-nos molt i és preciós, però també aterreix quedar-se sense res. Del meu costat, la urgència és haver per primera vegada trobat on descansar.


No li vaig comptar abans totes les vegades que la seva presència deambulo amb mi des que ho conec, però van ser vàries. No obstant això, cap d'elles em va espantar. Si us plau, digui'm si la meva ho fa. Quan ho faci, haurem d'aferrar-nos a ser text. O guardar silenci fins a poder llegir-nos.


Li conec fa, amb aquesta, catorze correspondències. Sembla poc, més m'ha portat tants anys trobar algunes de les paraules que li he presentat. Fins i tot algunes les he conegut amb vostè. Tal vegada això fa una mica això.


Pg. I: No estic segura si compartim zona horària, però d'aquest costat són a penes les 07 *am. No pregunti què faig desperta un diumenge a aquesta hora, perquè tampoc ho sé.


Pg. II: Espero, després de la voràgine emocional que relata haver viscut ahir, hagi pogut descansar.


Pg. III: Ja no té per a mi protagonisme pensar en el final. Que vostè, gairebé sense voler, hagi existit per a mi és més que suficient. Sempre agrairé aquesta casualitat.


Sincerament seva, Lluna.


Remeto: Dilluns 06 de novembre, 2023:


Ja no suporto que sigui un fantasma.


Crec ara, novament comprendre el perquè del temps entre correspondències. I dic això al·ludint al fet que, si pel meu fora, enviaria moltes més cartes al dia. No m'agradaria, no obstant això, comprimir tot en una única correspondència. Preferiria que anessin curtes i que poguéssim intercanviar tant com en un diàleg. Ferida moderna, gairebé estic descrivint un missatge. O gairebé estic tornant a insistir que tingui un cos. Sobre això últim volia en realitat parlar, però ja em coneix i sap que necessito explicar com arribi a concloure-ho. Quan penso en fantasmes els imagino com a entitats sense forma que gairebé es dilueixen, haig de semblar-li estúpida amb aquesta descripció tan universal, més al que intento arribar és que mai penso en els meus morts d'aquesta manera. Penso que es deu al fet que ells tenen rostre. Dels fantasmes no puc imaginar un, podrien tenir qualsevol. Tampoc d'ells aconsegueixo desxifrar què és el que volen, quin *estan demanant i per què apareixen. I sobre aquesta premissa, el meu inconscient va buscar trobar-ho avui, almenys tres vegades. Em vaig sentir culpable per això, com si imaginar el seu rostre fos trair-lo. Però sap bé que el meu és un problema d'identificacions, així que temo en realitat haver invertit la raó: tal vegada el que temo és que vostè em traeixi a mi. Que per la meva culpa, això acabi i no siguem ni tan sols text. Un mai arriba a temps, sempre triga o s'afanya. Que inviable és això d'existir! Malentès estructural en el llenguatge, impossibilitat de conèixer a un altre, mai arribar a temps.


Van practicar i van patir els seus codis tant com nosaltres. No vaig pensar que escriure anés a tornar-se tan sinistre, que pogués amenaçar-me tant. De fet crec haver subestimat massa aquesta pràctica, fins i tot haver pecat en *romantizarla. La literatura em va salvar, per la qual cosa també té la possibilitat d'aniquilar-me quan vulgui. L., jo també sento terror.


M'aterreix habitar aquesta dualitat, somriure i fins i tot plorar amb un text al qual anhelo tot el dia però no sé com o des d'on es produeix. Que aquest tan dins meu i sigui alhora tan desconegut per a mi. I sàpiga que vaig mentir, sí que m'importa que això acabi encara que agraeixi que hi hagi per una estona existida. No vull que deixi de fer-ho. Vull que existeixi. I no m'interessa ara teoritzar sobre la mort ni sobre els finals. Vull que existeixi aquí i ara amb mi, sense disfressa poètica. Tinc present que les coses succeeixen com poden fer-ho, i no em crea amb això lliurada en esdevenir o resignada, sinó tot el contrari. Si va succeir, és perquè va poder fer-ho en la manera que va trobar. El que m'aterreix és capturar-nos en aquest fons. He construït un jardí com qui fa els gestos correctes en el lloc errat. Reitero, comprenc que així va ser com va poder. Mai sabrem si podria haver resultat amb els gestos correctes en un altre lloc. Més no vull quedar-me aquí. No suporto aquesta ambivalència, és cruel i injusta. Vull que existeixi prop de mi, acompanyar-ho a la platja, veure-ho cuinar, saber si les seves mans estan fredes, fins i tot vull molestar-me amb vostè i que també ho faci amb mi. Necessito integrar-ho, no suporto la seva fragmentació, no suporto que no tingui res fosc. I això últim no ho crec, ni de vostè ni de mi. Però com pogués conèixer-ho si ens vam mostrar en una permanent oscil·lació entre donar-nos tot i res. Per déu! fa una setmana ni tan sols existies per a mi i ara no puc imaginar que no ho facis. I una mica t'odio per haver aparegut i demostrar-me que hi ha qui sí que té paraules, algú que pot ser refugi. I crea'm que el meu superjò em castiga amb tot el que escric de les formes més creatives que troba, creuria jo que aquesta intensitat és gairebé patològica, més no puc explicar-li amb paraules el que va aconseguir allotjar de mi sense saber-ho. De nou, les paraules estan buides. I crea'm que vaig pensar fins i tot escriure això de la forma més *desprolija, sense *escansión alguna, tota la voràgine de pensaments que m'envaeixen, més en text és sol com puc ser a prop seu ara i no volgués arruïnar-ho. No voldria arruïnar-ho però temo fer-ho en aquest no suportar-ho. Què podria ser el pitjor que succeeixi? no llegir-nos més? Espero no pensi que ho estic reduint a un text o a la suposada irrellevància que no sigui ni tan sols això, perquè he intentat al llarg d'aquest escrit manifestar la meva necessitat perquè deixi de fer-ho, més entengui la gravetat d'això. Sento haver permès que tot arribi tan lluny, li ho dic a vostè però també m'ho dic a mi. I no cregui que estic amb això posant-li una fi, estic obrint una possibilitat de posar-li rostre abans que sigui molt tard.


Quan esmenta això dels arbres i agrega: romandre aquí mitjà penjat, fins que em quedava sense força. Si us plau, no fem això.


Pg. Demano disculpes per respondre una carta tan bella i amb tanta dedicació com la seva amb aquesta violenta enunciació. Sé que entendrà la desesperació, o tal vegada no. Volia citar-ho i portar-li coses que vaig pensar a explicar-li durant el dia, més no puc simular que no em trobo profundament turmentada per la seva falta.


Seva, Lluna.


Remeto: Dijous 23 de novembre, 2023:


Si t'escrivís cada vegada que sento ganes de fer-ho, rebries una carta meva tots els dies almenys. Escrivia María *Casares en el 48, encara que jo estic bastant convençuda d'haver-ho escrit abans que ella. Llavors, aquí estem de nou. No vaig -almenys no ara- a escriure com van ser aquestes setmanes, però sí que vull explicar-li que temia una mica no trobar-ho més. I no em refereixo simplement a no saber de vostè, no trobar-ho sent a prop, haver-nos realment perdut. Aquest temor va passar per complet a l'oblit ara, encara que és cert que tenim la notícia que abans resultava aliena: pot acabar. No vull parlar d'això, ho farà de totes maneres, no li dedicaré temps mentre vostè sigui aquí. De sobte, fins sembla que connecto amb això d'estar.


Vaig pensar en una de les arestes del nostre conflicte. No volia al·ludir a això, però deixar-ho a un costat pot ser més contraproduent que plantejar-nos la pregunta de què fer allí. Sento des que tinc ús de raó -no fa molt, sent honesta- una fascinació inexorable per la ficció. Ja parlem d'això fins al cansament, canviant ficció per escriptura o identificacions, que per a mi és part del mateix. Llavors, el que em va fer col·lapsar va ser embullar tot això sota la premissa que un costat tenia més valor que un altre. No sé de quin costat d'aquest text soc més jo, no sé de quin costat d'aquest text és més vostè. No obstant això, voldria tenir-ho tot. *Agh, de nou el dilema i la falta! Al final els temes que ens travessen es redueixen a tres o quatre si filem molt fi. Dins d'aquests entenc amor i mort, la resta no estic segura de què tracten. Si no hi hagués mort, si no fos possible estimar, els altres assumptes caurien sols, perdrien sentit. Sentit. Pot ser que sentit sigui un altre? En fi, m'estic embullant de nou i volia en aquesta carta portar-li alguna cosa, un híbrid entre els costats, un espai en l'entre.


(…)


Només buscava un lloc més o menys propici per a viure, vull dir: un lloc petit on cantar i poder plorar tranquil·la a vegades. En veritat no volia una casa, només volia un jardí. Obviaré ara el recurrent que és en la nostra correspondència la idea d'un jardí, més per a dir-li que si comparteixo tot això és perquè he trobat un lloc on el meu jo *chiquita se sent segura. I no sé si aquest lloc sigui una casa o només el fons d'ella, no sé si em quedaré aquí per sempre o si deambularé entre altres parets i parcs, però m'agradaria que on fora vostè m'acompanyés. Perquè no és el jardí el que em fa sentir segura, és saber que és aquí també. Està realment, no sols com a fantasma, té paraules que omplen de sentit el que no és paraula.


Enterament seva, Lluna.


*Ps: No cregui que vaig abandonar aquest recurs.


Pg. II: Humphrey *Bogart era qui s'assembla a Camus i María li escriu: És cert que la semblança en aquest aspecte és prodigiós i perillós per a mi, quan estàs absent.


Pg. III: Parlant de la seva correspondència, en un moment tots dos pacten l'enviar-se el que escriuen per impuls i no donar-li molt lloc a la moral que després reprimeix el que enuncien. “Per què se m'haurà ocorregut la idea pelegrina de rellegir-me? Mai ho faig, sobretot quan t'escric a tu, i avui, sense saber per què, m'he sorprès fent-ho. Òbviament, el resultat no s'ha fet esperar i si no ho he trencat tot sobre la marxa ha estat per no faltar a la meva paraula d'enviar-te tot el que hagués escrit, el dia que me'l demanis. Així que he deixat les coses tal qual, però m'he promès a mi mateixa, en primer lloc, que no tornarà a repetir-se, i en segon, que només et comptaré fets concrets, evitant fer qualsevol tipus de comentari o expressar qualsevol sentiment personal, especialment els que m'inspires tu. Estigues tranquil: crec que si mantinc la primera promesa com m'agradaria, la segona no tindrà raó de ser i, per consegüent, no hauré de complir-la.” Si us plau, prometem el mateix.


Remeto: Divendres 24 de novembre, 2023:


Fosa… Fosa; m'he fos, simple i literalment! I quan jo em fonc, em quedo en un estat de beatitud (…) no puc parlar-te del torrent de tendresa, d'amor, de calidesa, de felicitat i de desitjo que la teva carta -totes elles, en veritat- ha despertat en mi, perquè les paraules no serveixen per a dir-ho.- Li escrivia en esperit, el 14 d'agost del 48, desconeixent que tant de temps després tornaria a trobar-ho. Tal vegada, al final d'aquesta correspondència aconseguim submergir-nos prou en aquest petit i *autosustentable univers per a convèncer-nos de realment haver estat ells. O tal vegada mai despertem d'aquest somni. No fa falta, de qualsevol manera, excepte per a auxiliar-nos amb cites precioses que ens preexisteixen. No tinc res a envejar a María respecte als escrits que rebia d'Albert, a més vostè no té esposa. No una altra, vaig voler dir. Estic tan extasiada que lluito amb la contingència de quedar-me sense paraules. És tan bell el que escriu, és tan bell vostè. I és rar després d'això al·ludir a la semblança dels nostres *sentires, pot sonar mig pedant davant l'autoreferència abans esmentada; però ho veig en vostè, en mi no li trobo tant de sentit. Al que anava és a aquest sentiment de què passa amb el que no és cos, què passa abans, durant, després. Cadascuna de les seves cartes m'endinsa en una infinitat de possibilitats fins llavors difuses, realment posseeix la capacitat d'acostar la reflexió d'una manera tan íntima que fins a pessigolles sento en llegir-lo. Amor i mort, l'única cosa del que tinc una mica de consciència. I no voldria novament portar-la a ella quan parlem d'ell, però l'esperit té una relació molt estreta, o tal vegada la falta de mort en aquest en aquesta estretor. Sempre va cridar la meva atenció quan algú mor i de seguida un altre diu: no està més allí, referint clar, al cos com una cosa ja buida. Però buit de què? de funcionament? No, em nego, ha de referir a una altra cosa. Ja no està més allí. On està llavors? Com puc amb la vista reconèixer aquesta falta? Per què simplement no diria és aquí però ja no funciona? Ha de ser que una altra vegada el llenguatge sap alguna cosa que nosaltres no. Ara trobada absurda tot el nostre malentès, però tenir cos és el que porta: conflicte. I és tan ximple quan ho dimensionem en aquests termes. Li lliuraria la meva ànima si fos possible fer-ho. Vull dir-li que sento una cosa veritablement poderosa en la nostra trobada. I, encara que resisteixi en escepticisme no puc ser tan maldestre de negar que cada vegada ho trobo més present, com si fos a poc a poc materialitzant-se d'aquest costat. Avui va ser en una paret, que una mica em va espantar. Sempre va ser allí? Tal vegada és mediocre buscar un sentit a una existència caòtica que no l'exigeix, però en aquests moments començo a trobar almenys un. Realment vostè havia d'en mi existir tant com espero, jo en en vostè. Hi ha alguna cosa que ens transcendeix i tal vegada mai arribem a descobrir, si em disculpa per ofendre el seu latent ateisme, això últim és directament una certesa.


Sencera i espiritualment seva, Lluna.


Pg. Volia explicar-te algunes nimietats del meu dia, però vaig preferir guardar-me-les per a una altra ocasió. No vull en elles es perdi l'afectació que va aconseguir la seva carta.


*Ps II. (…)


Pg. III: No deixo un segon d'escoltar la *chanson de *prévert.

dijous, 28 de març del 2024

39. Manera de bien soñar


 

(Libro del desasosiego)

-Aplaza todo. Nunca se debe hacer hoy lo que se puede dejar para mañana. Tampoco es necesario que se haga nada, ni mañana ni hoy. 

-Nunca pienses en lo que vas a hacer. No lo hagas.

-Vive tu vida. No seas vivido por ella. En la verdad y en el error, en el dolor y en el bienestar, sé tu propio ser. Sólo podrás hacer eso soñando, porque tu vida-real , tu vida humana es aquella que no es tuya sino de los demás. Así, sustituirás el sueño a la vida y cuidarás apenas en soñar a la perfección. En todos tus actos de la vida-real, desde el nacer hasta el morir, tú no haces: te hacen; tú no vives, eres vivido apenas. Conviértete para los otros en una esfinge absurda. Ciérrate, pero sin cerrar de un golpe la puerta, en tu torre de marfil. y tu torre de marfil eres tu mismo.

y si alguien te dice que esto es falso y absurdo, no lo creas. Pero no creas tampoco en lo que yo te digo, porque no se debe creer en nada. 

-Desprecia todo, pero de un modo que el desprecio no te incomode. No te creas superior por despreciar. El arte del desprecio noble está en eso. 










dijous, 14 de març del 2024

No esta noche, no mañana por la noche, sino la siguiente noche, él y yo la pasaremos juntos. Vamos a hacer una escapada. Quiere llevarme consigo. No necesita la ciudad, los cafés. solo necesita estar conmigo, en el campo. No podemos hablar cuando estamos juntos; Soñamos, nos ahogamos en los sentidos.

 Quiero tenerte un día entero. Por lo menos poseerte

        Viajar contigo

                    Escribirte cartas. Escribirte todo

Ahora me acuesto, es demasiado angustioso permanecer despierto.

                        Te quiero. Soy insaciable

Quiero pedirte que hagas lo imposible

Eres más rápida que yo. Amo tu coño Anaïs, me vuelve loco. ¡Y la manera en la que dices mi nombre! Dios mío, es irreal. 

Escucha estoy muy borracho. Me duele estar aquí solo. Té necesito. ¿puedo decirte alguna cosa? puedo, ¿o no puedo? ven rápidamente pues y jódeme. Córrete conmigo. Rodéame con tus piernas. Caliéntame. Abrígame. Utilízame. Haz tu juego. Conmigo y sin mi. 

Siento rotundamente que te necesito. Necesito alguien con quién intercambiar opiniones. Alguien de similar estatura. Cuando vuelvas voy a ofrecerte una fiesta erótico-literaria, lo que significa follar y hablar, hablar y follar, y entremedias una botella de Anjou, o un vermú con cassís. Anaïs, voy a abrirte las ingles. No lo puedo evitar.

Yacer encima de ti es una cosa, pero acercar-se a ti es otra. Me siento cercano a ti, formo parte de ti, eres mía sea o no reconocido. Ahora cada día que te espero es una tortura. Los cuento lenta, penosamente sí generosa, sí, te lo pido. Haz un esfuerzo. Té necesito. Este largo domingo. 


***(nota marginal)***  Dios mío quiero verte. Verte entero. Tu rostro, tu palidez. Tan helado como la de la última noche. Tu cabello, exponlo al sol, que vuelva el calor. Te amo como eres.  

Amo tu lomo. Tu dorada palidez, el declive de tus nalgas, tu ardor interior, tus fugas. 


Anaïs, te amo tanto, ¡tanto!, Se me traba la lengua. Incluso estoy lo suficientemente loco para creer que puedes venir a mí de improviso. Estoy aquí sentado escribiéndote con una tremenda erección. 

Siento tu suave boca cerrándose sobre mí, tu pierna apretándose contra mí. Te veo de nuevo aquí en la cocina quitándote el vestido y sentándote encima de mí, y la silla desplazándose por el suelo de la cocina, dando porrazos. 


Te necesito desesperadamente. Necesito tu fortaleza, tu dulzura, tus manos, todo tú; no sabes las cosas que recuerdo y anhelo. Me saca de mis casillas imaginar, sentir o expresar todo esto con el rostro de Hugh abriéndose paso lentamente. 



Me gusta cuando dices todo lo que se te pasa por la cabeza. Tu sentido más animal. Todo lo que ocurre es maravilloso. Es simfónico para mí. Estoy tan despierta de vivir; dios mío, Henry, solamente he encontrado en ti la misma exaltación entusiasta, el mismo agolpamiento rápido de la sangre, la plenitud, ...

Antes casi solía creer que algo no iba bien. Los demás también parecían tener los "frenos puestos".

Nunca me doy cuenta de los frenos. me desbordan. Y cuando siento próxima a mí tu arrebatada excitación por la vida, me produce vértigo. 

Hoy me habría gustado estar contigo tocándome mientras tú me hablas.

Cuando piensas constantemente, escribes constantemente. 







 Qué son las despedidas si no saludos disfrazados de tristeza? Lo mismo que el deseo y el placer de verte mientras te desnudas y te envuelves en la sábanas. Nunca has sido mía. Nunca pude poseerte y amarte. Nunca me amaste o me amaste demasiado o me admiraste como la niña que toma una lente y se pone a ver cómo marchan las hormigas y cómo, en un esfuerzo inacabable y lleno de fatiga, cargan enormes migajas de pan. Qué son aquellas noches lluviosas en medio de la cama de un hotel. Qué el recuerdo de nuestros pasos por la calle, en el teatro o en la sala de conciertos. Qué son los recuerdos de los celos y de tus amantes y de June y de mis amantes.

Anaïs, no creo que nadie haya sido tan feliz como lo fuimos nosotros. No creo que exista en la historia del hombre y de la mujer un hombre y una mujer como tú y como yo, con nuestra historia, nuestras circunstancias; con aquello que se desbordaba en las paredes, el ruido de la calle y la explosión de tu mirada inquieta de ojos delineados en negro; con la sinceridad de tu cuerpo frágil y tu secreto agresivo e insaciable. El recuerdo puede ser cruel cuando estás volando febrilmente a tu próximo destino, a otros brazos que te reciban expectantes y hambrientos. El recuerdo de tu diario rojo que tirabas en la humedad de la cama entre tus labios entreabiertos y mis ganas de desearte. Te deseo. Te deseo con la desesperación y el anhelo de lo imposible y ya te has ido y tal vez, en un sueño imaginativo y romántico, leerás estas palabras una y otra vez, en medio de mi ciudad con la gente pasando en medio de las calles y la sorpresa en tus ojos y la gran dama con el fuego en la mano derecha.

Mi querida Anaïs, ma petite, ma jolie, infanta inquieta de sal nocturna. Te extraño cuando huyes de madrugada y te extraño cuando camino y me tomo un café en la calle; te extraño cuando June se acerca cariñosa y cuando paso por los grandes aparadores. Te extraño casi a todas horas: cuando escribo, cuando te pienso, cuando escucho las campanas que me anuncian que ya son las tres, cuando me acuerdo de las horas interminables entre humo y whisky, cuando tengo una comida que dura toda la tarde, también cuando me despido de ti cada día a la misma hora, cuando como en aquel lugar donde nos dio el aire y cuando escucho la radio. Adiós, Anaïs, adiós. Ya nos encontraremos en otras vidas y en otras vidas podré poseerte y quedarme contigo para siempre. Ya te veré en medio de la nieve y entre libros y vino.

Adiós, tuyo siempre

Henry


dimecres, 14 de febrer del 2024

"ferviente defensora del amor y de las letras" y "joven poeta". Algunos versos para leer solo, acompañados, en pareja o en grupo. Para regodearse, degustar y regalar. Para mimarse y mimar.



 Elegía del recuerdo imposible – Jorge Luis Borges 

Qué no daría yo por la memoria 

de una calle de tierra con tapias bajas 

y de un alto jinete llenando el alba 

(largo y raído el poncho) 

en uno de los días de la llanura, 

en un día sin fecha. 

Qué no daría yo por la memoria 

de mi madre mirando la mañana 

en la estancia de Santa Irene, 

sin saber que su nombre iba a ser Borges. 

Qué no daría yo por la memoria 

de haber combatido en Cepeda 

y de haber visto a Estanislao del Campo 

saludando la primer bala 

con la alegría del coraje. 

Qué no daría yo por la memoria 

de un portón de quinta secreta 

que mi padre empujaba cada noche 

antes de perderse en el sueño 

y que empujó por última vez 

el 14 de febrero del 38. 

Qué no daría yo por la memoria 

de las barcas de Hengist, 

zarpando de la arena de Dinamarca 

para develar una isla 

que aún no era Inglaterra.

Qué no daría yo por la memoria (la tuve y la he perdido) 

de una tela de oro de Turner, 

vasta como la música. 

Qué no daría yo por la memoria de haber oído a Sócrates 

que, en la tarde la cicuta, 

examinó serenamente el problema de la inmortalidad, 

alternando los mitos y las razones mientras la muerte azul iba subiendo desde los pies ya fríos. 

Qué no daría yo por la memoria de que me hubieras dicho que me querías y de no haber dormido hasta la aurora, desgarrado y feliz. 




La luz de la luna – Claudia Masin

Hay quienes no formamos parte de la especie más que como el error,

la anomalía que confirma la precisión 

y el equilibrio de las cosas.

Como las crías enfermas, 

defectuosas, que las perras apartan alzándolas del cuello con la boca, 

no se espera de nosotros ninguna fortaleza ni coraje.

La mayoría de las veces no hace falta matarnos: el cuerpo vaciado del amor 

y del deseo de los otros pasa rápido. Una mancha en el cielo 

que pocos llegan a ver antes de que se apague a miles de años luz, sin poder hacer contacto con la tierra, 

sin que nadie la extrañe.

Pero a veces, contra todas las probabilidades,

una raíz crece desaforada, sostenida en el aire hasta clavarse en la materia, 

arrastrada por un deseo salvaje,

por el empuje de la vida que resiste aunque sepa que en ese esfuerzo descomunal

corre el riesgo de –finalmente- quebrarse.

Dejá que tu cabeza descanse en mis manos, me dijiste, prometo 

no soltarte. Y yo, que lo único que sabía era que había que escapar del amor como quien escapa 

de una pedrada en el pecho, un golpe bien dado en el lugar

más vulnerable, me quedé 

sin embargo en ese abrazo y fui curado de las enfermedades de los otros, de lo que hicieron conmigo 

para salvarse. No hizo falta que nadie más me tocara. Un cuerpo 

sostenido en otro cuerpo se vuelve una casa.




XIX – Alfonsina Storni 

Amo y siento deseos de hacer algo extraordinario. 

No sé lo que es. 

Pero es un deseo incontenible de hacer algo extraordinario. 

¿Para qué amo, me pregunto, si no es para hacer algo grande, nuevo, desconocido?




Si yo tuviera un corazón – César Fernández Moreno

Yo tenía una melodía 

íntima poderosa 

ahora quién la escuchará 

soy un disco semicircular 

ando fuera del tiempo 

como una barca por el aire 

derivó suelto disponible 

a trechos arrastrado por el viento 

de los que siguen su camino 

por dónde va mi tiempo 

en el ayer lo escucho 

girar perseverante 

su piñón inconexo 

luego es antes 

después es nunca 

ya soy una burbuja 

una gota que cae 

que se evapora ya 

mis noches y mis días 

cubos negros y blancos

se disponen en fila 

habitados por nadie 

pero donde uno acaba y otro empieza 

donde una yerma cara de luz 

limita con una yerma cara de sombra 

allí brota un manantial de tu recuerdo 

se multiplica y crece 

hasta que todo es un río de alcohol o de miel 

avanzando impetuoso entre el sol y la luna 

por qué necesitaba hundir la cara en vos 

por qué razón el mundo era como tu pecho 

qué fuerza me lanzaba en esa dirección 

en forma de cometa hacia tu fondo 

habíamos decidido cortar el mundo en dos mitades pero yo vuelvo a mezclar la mía con la tuya 

y te digo te quiero 

ahora que tu oreja escucha otra almohada 

te digo te quería 

quería no quererte 

te hubiera querido si hubieras llegado a tiempo 

qué tardecitas las de entonces 

qué otoños a lo largo de la avenida que entonces tenía otro nombre todavía se podía conseguir casa fácilmente 

conseguirme fácilmente 

yo era sencillamente la foto de mi libreta de enrolamiento el menor soplo de viento me dejaba desnudo 

si te hubiera encontrado bien temprano un sábado de aquellos pero entonces eras ridículamente chica todavía sin pechos 

no supimos nadar por el mismo andarivel de tiempo

quedamos mal situados para abrazarnos 

nuestro amor fue el roce anómalo de dos planos de tiempo perdido no atinamos a ser el uno para el otro 

tu ausencia es inaudita 

por qué no estás ahí hablando con voz que se te cae y rutinario yo la alzo con tus gestos desacertados forzando tu belleza 

con las extensas zonas animales de tu cuerpo 

cómo sostenerme la cabeza con manos que no te previamente acariciaron para qué dibujar esta letra con tu caligrafía 

sin vos el cigarrillo se me extravía en remotos ángulos del cenicero 

yo quería adherirme a tu piel inmortal tocarte bien 

te podía rodear con mis hombros cubrir con mi altura 

pero vos eras pura irreductible como un elemento 

y yo siempre llevaba guantes 

cómo entregar un corazón ajeno 

como anegarme si ya estaba ahogado 

una bala perdida solo mata una vez 

por eso te dejé para siempre en la cola del colectivo 

por eso te encerré en el ascensor y te dije planta baja a través de las rejas por eso voy dando tumbos sobre las copas de los árboles buscando un pelo de tu trenza 

aunque no sea el más precioso 

para colgarme de una vez





 Mary Oliver  

Dos o tres veces en mi vida descubrí el amor. 

Cada vez pareció que iba a resolverlo todo. 

Cada vez resolvió una buena cantidad de cosas 

pero no todo. 

Y sin embargo me sentí agradecida como si de hecho, 

verdaderamente, hubiera resuelto todo.