RESUMEN del AÑO: El mundo se encuentra en estado de "overshoot" o sobrepaso ecológico lo cual significa que consumimos recursos naturales a una tasa varias veces superior a la que se regeneran. Este overshoot es, por definición, insostenible y temporal.
El motivo de que nos encontremos en overshoot ecológico es el pulso de energía versátil y abundante proporcionado por los combustibles fósiles - carbón, petróleo y gas natural - y su principal consecuencia: el crecimiento indefinido. Los combustibles fósiles son la base sobre la que se sostiene el mundo moderno. Proporcionan la mayoría de la energía primaria y son esenciales para el transporte, la agricultura industrial, la producción de bienes de consumo, la industria pesada, la química y farmacéutica, etc.
Pero es que ADEMÁS los combustibles fósiles facilitan:
(1) Financiación barata a base de deuda compuesta. La idea es que siempre habrá crecimiento económico que permitirá pagar la creciente deuda asociada a esos préstamos. Insostenible a largo plazo.
(2) Una cadena de suministros que abarca seis continentes y que se fundamenta en la idea de que esos suministros siempre van a estar disponibles "just-in-time" cuando se necesiten.
El overshoot ecológico viene acompañado del cénit de los combustibles fósiles. Que NO significa que se agoten sino que dejan de ser abundantes y baratos. "El fin del petróleo barato" titulaban Campbell y Laherrere en su artículo seminal de 1998.
Lo mismo ocurrirá con el resto de recursos naturales y minerales cuyo cénit de extracción hemos sobrepasado o vamos a sobrepasar, lo que significa que estos recursos dejarán de estar disponibles al precio y en las cantidades que la economía capitalista requiere.
Muchas de las reservas estimadas están basadas en la errónea suposición de que las tecnologías de extracción intensivas modernas y la energía que las hace posible van a estar siempre disponibles. Pero no es cierto.
Simultáneamente al doble problema del overshoot ecológico y el cénit energético y de recursos, tenemos el de la saturación de los sumideros de residuos también consecuencia de los dos últimos siglos de crecimiento exponencial continuado.
El cambio climático no es sino un ejemplo de esa saturación de los sumideros que ocurre cuando la biosfera no puede incorporar a los ciclos naturales los millones de toneladas de gases de efecto invernadero producto de nuestra actividad económica (nuestro modo de vida).
El cambio climático, como la otra miríada de crisis ecológicas - pérdida de hábitats naturales, extinción masiva de especies, contaminación química persistente, deforestación, sobrepesca, pérdida de suelo fértil y acuíferos, etc. - son síntomas de ese overshoot ecológico.
Así pues, nos juntamos con una triple crisis sistémica producida por: el "overshoot" ecológico, el cénit de los recursos energéticos y minerales y el agotamiento de los sumideros de residuos. Las cuales tienen múltiples ramificaciones que a su vez se retroalimentan entre sí.
El cénit de la energía fósil agravará el cénit de los recursos minerales. Ambos cénits agravarán la crisis de deuda que se tornará impagable al no poder crecer la economía. Esta a su vez retroalimentará la crisis de recursos y pinchará las múltiples burbujas especulativas.
Del mismo modo, la crisis energética dificultará las medidas de mitigación requeridas por las crisis ecológicas (cambio climático, biodiversidad, guerras por el agua...), las cuales a su vez agravarán las crisis energéticas y económicas.
Todavía no sabemos el papel que jugará la geopolítica. Conforme más nos adentramos en esta espiral de destrucción de complejidad (que durará décadas) más probable es que se priorice el cortoplacismo (energía y economía) frente a la planificación a largo plazo (overshoot).
El panorama es, pues, muy sombrío.
Pero eso no significa que no podamos hacer nada.
Si bien es tarde para evitar algunas consecuencias del overshoot ecológico y del descenso energético, el consumismo y el despilfarro de recursos es tan enorme que podemos REDUCIR el uso ...de recursos y la generación de residuos y mantener unas condiciones dignas de vida en las que todas podamos cubrir nuestras necesidades básicas de alimentación, higiene y salud. Pero esto es incompatible con el capitalismo extractivista que sólo busca el crecimiento ilimitado.
Esto sólo se puede conseguir desde un cambio en nuestros modos de producción y consumo, con un Decrecimiento planificado que de manera justa y democrática priorice la reducción del consumo de los que más tienen frente a los que no tienen lo suficiente.
La reducción en el uso de energía y recursos, esa vuelta al equilibrio desde ese overshoot ecológico se producirá tanto si lo aceptamos como si no, tanto si lo buscamos como si no. Es crítico que entendamos esto. Esa es la clave del asunto.
Ahora bien, que lo hagamos de manera caótica e individualista (multi-crisis, violencia social, sufrimiento), de manera planificada pero injusta y violenta (fascismo, neofeudalismo) o de manera planificada y socialmente justa (Decrecimiento) AUN ESTÁ EN NUESTRAS MANOS. La mala noticia es que la mayor parte de nuestros líderes carecen de visión de conjunto y de futuro. Dos siglos exitosos de crecimiento les hacen responder a todos los problemas con lo único que creen que funciona: aún más crecimiento. Pero eso ya no sirve.
La buena noticia es que el Decrecimiento parece estar haciéndose un huequito (muy minoritario todavía) en la conversación tanto a nivel de movimientos sociales como de partidos políticos. Que el Decrecimiento haya sido nombrado por ministras y ministros...de varios países, por el Presidente de Colombia o por diputados del Parlamento español es un hito que sería inimaginable hace siquiera un par de años.
En resumen: el tiempo se agota pero hay esperanza, siempre y cuando se abrace el decrecimiento.
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